Liliya, dueña de un gimnasio, convirtió su gimnasio en un asilo para refugiados en Lviv
Liliya acaba de abrir su propio gimnasio. Y hoy, durante la guerra, no la abrió para los deportistas, sino para las personas que han perdido sus hogares. Ahora viven aquí las familias que han logrado salir de Kiev y Járkiv. Las colchonetas de yoga se han convertido en camas nuevas y las máquinas de ejercicio en percheros.