Los ocupantes capturaron a 25 niñas de entre 14 y 24 años en el sótano de Bucha para violarlas constantemente. Nueve niñas quedaron embarazadas.

«Los soldados rusos les dijeron que las violarían hasta el punto en que no quisieran tener contacto sexual con ningún hombre, para evitar que tuvieran hijos ucranianos», dijo la defensora del pueblo de Ucrania para los derechos humanos, Liudmyla Denisova, en una entrevista para la BBC.

Todas las víctimas de violencia sexual que han denunciado sus experiencias reciben asistencia psicológica y médica.

Según la Sra Denisova, actualmente es imposible determinar el número exacto de mujeres, niñas y niños que fueron violados.