La artillería rusa atacó Bucha, una ciudad justo al noroeste de Kyiv, para promover su intento de apoderarse de la capital ucraniana.

La ciudad estuvo bajo ocupación rusa durante más de un mes.

El 27 de febrero, las tropas rusas lanzaron un ataque de artillería contra Bucha, dañando viviendas, edificios y otras infraestructuras civiles.

Los residentes informaron que perdieron el acceso al agua, gas y electricidad debido al bombardeo.

El mismo día, los invasores rusos avanzaron más en la ciudad, ocupándola como parte de sus planes para tratar de avanzar hacia la capital, Kyiv.

Bucha, una ciudad próspera antes de la guerra, se convirtió en una ruina ardiente. Ahora que los soldados ucranianos liberaron la ciudad, la evidencia de atrocidades masivas cometidas por las tropas rusas está saliendo a la luz. Los cuerpos de civiles asesinados están esparcidos por las calles, fosas comunes y también se han documentado pruebas de ejecuciones sumarias, violaciones y otros crímenes de guerra cometidos por los rusos.