«Un capellán es una parte del alma en el gran mecanismo del ejército». El valor y el papel de los capellanes en el frente
Más de 738 capellanes militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania desempeñan las funciones clericales. Setenta y ocho oficiales han recibido un rango militar y han firmado los contratos con las Fuerzas Armadas de Ucrania como capellanes militares a tiempo completo.
Los capellanes militares son miembros del clero que atienden las necesidades religiosas de los soldados del ejército. Los capellanes vigilan la moral de los soldados, dirigen los servicios religiosos, ponen a punto a los soldados antes de la batalla y apoyan a las familias civiles del personal militar.
En Ucrania, la mayoría de ellos son representantes de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania. También hay capellanes de la Iglesia greco-católica ucraniana, capellanes de la Iglesia Católica, pastores protestantes, imanes musulmanes, rabinos, etc
¿Cómo se organiza la capellanía en Ucrania?
El 1 de julio de 2022 entró en vigor la Ley “Sobre el Servicio de Capellanía Militar”, aprobada por la Verkhovna Rada de Ucrania. El Servicio de Capellanía Militar es una estructura independiente dentro de las Fuerzas Armadas de Ucrania, la Guardia Nacional de Ucrania, el Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de Ucrania y otras formaciones militares.
Los capellanes militares están obligados a organizar iniciativas para satisfacer las necesidades espirituales y religiosas de los soldados y sus familias y a respetar el derecho a la libertad de concepción del mundo y de religión.
Los sacerdotes militares no participan en misiones, patrullas, investigaciones internas u otras acciones incompatibles con sus funciones oficiales y su condición de clérigos. También está prohibido entregar armas y municiones a los capellanes.
Los capellanes pueden dirigir los servicios de culto, ritos religiosos y otras actividades con los militares sólo con el permiso del comandante de la unidad militar. Es obligatorio tener un capellán en todas las unidades. Sin embargo, los capellanes nos dijeron que actualmente hay escasez de personas con los conocimientos pertinentes.
Padre Yaroslav Volkovytskyi, capellán de la 81ª Brigada Aeromóvil Separada
Yaroslav Volkovytskyi es natural de Kostiantynivka, en la región de Donetsk, al este de Ucrania, que actualmente se encuentra a sólo 20 kilómetros de la línea del frente. Allí era sacerdote de la Iglesia de la Santa Presentación de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania.
Cuando comenzó la invasión a gran escala de Rusia, Yaroslav comenzó a ofrecerse voluntariamente en varias unidades como sacerdote, ya que aún no podía ser reclutado (porque la ley sobre capellanes militares entró en vigor el 1 de julio de 2022) En febrero de 2023, firmó un contrato con las Fuerzas Armadas y se convirtió en capellán de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania.
“Yo tenía muchos amigos en el ejército antes de la invasión a gran escala. Después del 24 de febrero, visitaba periódicamente la oficina de alistamiento militar. Quería estar cerca de los muchachos [soldados]”, dice Yaroslav Volkovytskyi.
El padre Yaroslav ayuda al personal militar de todas las religiones. Entre las funciones del capellán figuran el apoyo moral y psicológico, la atención pastoral (o sea orientación espiritual) y la satisfacción de las necesidades espirituales o religiosas.
“Los militares necesitan una persona de confianza a la que contar sus experiencias. Un capellán no es sólo un sacerdote. Es un hermano de armas, un padre, una persona con la que se puede hablar. Es una neutralidad que satisface las necesidades de todas las religiones. Si los militares profesan el cristianismo ortodoxo, les proporcionamos iconos y cruces (o sea los símbolos del cristianismo ortodoxo). Si son musulmanes, les proporcionamos esteras para el namaz (oración diaria de los musulmanes) y el Corán (o sea el texto religioso central del islam)”, dice el hombre.
Los soldados saben que cualquier conversación con un capellán equivale a una confesión, dice el padre Yaroslav. Les permite hablar de cosas que sus familiares o los hermanos de armas a veces no entienden.
Además del apoyo moral y espiritual, los capellanes organizan celebraciones de las fiestas religiosas si las circunstancias lo permiten. El padre Yaroslav también enseña a los soldados el proceso del bautismo (o sea un sacramento de las iglesias cristianas que simboliza el nacimiento espiritual) para que cada uno de ellos pueda bautizar a un compañero si lo desea.
“Si estás en una trinchera con tu hermano de armas y él decide bautizarse, debes hacer lo siguiente: verter agua sobre su cabeza y decir ‘En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén”. Entonces el sacerdote realizará el sacramento del bautismo», enseñó el capellán a los militares.
El padre Yaroslav Volkovytskyi recuerda una de sus visitas a una brigada. Estaba hablando con los soldados y les preguntó si necesitaban cruces y otros símbolos religiosos. Uno de los soldados, que se declaraba ateo, se lo pidió.
“Más tarde, volví a verles y les pregunté por el hombre al que le había dado la cruz. Me dijeron que la cruz se había roto y el soldado se negó a ir a la posición. Sus hermanos de armas tuvieron que repararla. Entonces, le di una cruz de metal y lo bauticé”, nos contó el capellán.
El padre Yaroslav Volkovytskyi dice que su mayor motivación son las sonrisas de los soldados.
“A veces puedo sentirme deprimido, pero cuando voy allí [a ver a los soldados], la cosa mejora. Siempre se alegran de verme. La alegría en sus ojos es lo más inspirador”, dice Yaroslav Volkovytskyi.
David Milman, rabino judío de las Fuerzas Armadas de Ucrania
David Milman nació en Kamianske, en la región de Dnipropetrovsk, y vive en la capital de Ucrania, Kiev, desde hace 40 años. Ha sido civil toda su vida: rabino (o sea líder espiritual de la comunidad judía), profesor de la Torá (o sea libro religioso judío) y asistente del Gran Rabino de Ucrania, Moshe Reuven Azman.
“Entonces se produjo la invasión [a gran escala]. Mis estudiantes, peregrinos, amigos y conocidos fueron a defender el país. Resultó que yo podía resolver la mayoría de sus problemas con sólo estar en el ejército. Quería ayudar a los soldados de la fe judía”, dice David Milman.
El 20 de abril de 2023 fue nombrado clérigo de las Fuerzas Armadas. Actualmente es el primer y único rabino que colabora con las Fuerzas Armadas. Al menos mil judíos combaten en el ejército ucraniano, entre ellos israelíes que sirven en las brigadas internacionales.
“Cuando llegue a la primera línea, no sólo me comunico con los judíos, sino con todos los que lo necesitan. A veces, la gente ni siquiera necesita ayuda. A veces, sólo necesitan a alguien que les escuche y les aconseje. La gente allí [en el frente] está entre la vida y la muerte. Ven el mundo de otra manera. La guerra no cambia a las personas, sino su percepción de la vida”, dice el rabino.
Milman celebra a menudo las fiestas religiosas. Por ejemplo, enciende las velas de Hanukkah. También participa en las ceremonias de entierro de los miembros de la comunidad judía.
“Lo que más me motiva es sentir que me necesitan. No sólo como una persona a la que se puede pedir ayuda. Los soldados necesitan la espiritualidad. La actitud ante la fe y Dios cambia en los que luchan y en los que les esperan en casa. Una de las principales tareas de un capellán es apoyarles”, explica el rabino David Milman.
Muhammad Ali, capellán de las Fuerzas Armadas de Ucrania
Hajali Muhammad Ali pasó la mayor parte de su vida en Kharkiv: nació aquí y se especializó en ingeniería de software en la universidad local. Su padre es sirio, por lo que también visitó Siria a menudo y terminó allí sus estudios.
Antes de 2022, la vida de este hombre constaba de dos partes: la civil, donde trabajaba como ingeniero de software, y la militar, donde se ofreció como capellán en la línea del frente en el este de Ucrania tras unirse a la Capellanía Militar de Ucrania en 2018.
“He tenido la oportunidad de vivir entre diferentes culturas y nacionalidades desde mi infancia. Eso influyó en mi visión interconfesional del mundo. Me ayuda a trabajar como capellán porque somos mentores espirituales para todos”, afirma Muhammad Ali.
Después del 24 de febrero de 2022, permaneció como capellán, apoyando a los soldados, especialmente durante las batallas por Kharkiv (es decir del 24 de febrero de 2022 al 11 de septiembre de 2022).
A finales de 2023, Muhammad Ali firmó un contrato con las Fuerzas Armadas de Ucrania y se convirtió en capellán del 71º Hospital Militar Móvil de Kiev. Es el único capellán musulmán de las fuerzas médicas.
“Trabajo sobre todo con los heridos, no sólo musulmanes, sino representantes de distintas confesiones. Un capellán no es sólo un sacerdote que celebra ritos religiosos. Es una persona que puede hablar con los militares sobre diversos temas humanos. Es alguien que puede estar a su lado y averiguar lo que realmente necesitan en el momento oportuno”, dice Muhammad Ali.
El capellán intenta estructurar su trabajo para que no consista sólo en formalidades (celebrar las fiestas religiosas, comunicarse sólo en determinados momentos…). Muhammad Ali ayuda a los comandantes de brigada a trabajar con el personal cuando hay dificultades de comunicación. Además, el capellán interactúa con los familiares de los militares cuando tienen preguntas.
“Es mucho mejor trabajar en un entorno informal. Voy con los compañeros a evacuar a la gente y a hablar de cosas cotidianas. La atención pastoral implica trabajar en distintos ámbitos de la vida de los soldados: familiar, profesional, etc.”, dice el hombre.
Muhammad Ali representa al Islam, por lo que a menudo se ocupa de los derechos religiosos de los soldados musulmanes. Se ocupa de su alimentación, ya que solo se les permite comer carne especial, y pide que se les dedique un tiempo para rezar.
“El ejército es una gran máquina de metal que a veces puede ser cruel. El capellán es una parte del alma en este mecanismo, una parte de humanidad y conexión con Dios, de la que el ejército carece enormemente”, dice Muhammad Ali.
Este hombre considera que el servicio de capellanía es un pequeño milagro que funciona sin burocracia y no requiere una medición de los resultados. Ve el valor y la importancia de su trabajo en la moral de los militares.
“La capellanía es un ámbito en el que no hay criterios de evaluación. No hay necesidad de un informe para cada acontecimiento. Veo el resultado de mi trabajo en los ojos increíbles y felices de los chicos y chicas con los que trabajo. Nuestras visitas dan a los militares la oportunidad de hablar abiertamente de todo con confianza y aprender algo nuevo. Algunos ven por primera vez a los imanes musulmanes y quieren conocer otra cultura. Es una oportunidad para abrirse y aprender algo nuevo. Por eso hago esto”, dice el capellán Muhammad Ali.
Los clérigos dicen que no hay suficientes capellanes para todas las brigadas. Oficialmente, cada brigada y batallón debería tener sus propios sacerdotes que estén constantemente en contacto, físicamente o por teléfono. Sin embargo, a menudo no hay suficientes, por lo que muchos capellanes trabajan con varias brigadas. Los capellanes son una parte esencial del ejército.
Escrito por Kateryna Vovk
Traducido por Taisiia Blinova