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¿Por qué no deberías considerar Ucranianos y Rusos como una misma nación? Aquí te damos 6 puntos de una perspectiva histórica y moderna

Putin no sólo invadió Ucrania, también expresó públicamente su punto de vista sobre la problemática de la historia Ucraniana, exclamando que Ucrania y Rusia deberían de ser la misma nación. Este narrativo fue creado para justificar las ambiciones imperialistas Rusas, y es parte de la propaganda rusa hoy en día, así como ha sido por siglos. Pero el estado es falso, ambos desde una perspectiva histórica y moderna.

Los Ucranianos se identifican como una nación. Y eso debería de ser suficiente en el siglo XXI, pero aparentemente no lo es. 

El narrativo de una nación que incluye rusos, ucranianos y bielorrusos fue creada en el imperio ruso para justificar la toma de los territorios Kyivan Rus y suprimir identidades nacionales. Después fue transformado en la idea de “naciones hermanas”, Rusia siendo el hermano mayor que “protege” y “cuida” de sus “hermanos menores”.

En realidad, eso significa una falta de respeto para la autonomía de estas naciones, forzandolos a su cumplimiento. 

Ambas ideas son ampliamente rechazadas en Ucrania hoy en día. Ellas representan las ambiciones del imperialismo Ruso que forman parte de las políticas extranjeras hasta nuestros días, como la plática de Putin confirma. 

Ucranianos tienen una larga historia de luchas por su independencia. Desde el estado Cosaco Ucraniano en el siglo 16, la república de las personas ucranianas en 1917 para finalmente proclamar Ucrania independiente en 1991.

Y los ucranianos no solo lucharon con armas, si no que también con palabras. Por siglos, escritores ucranianos, filósofos, históricos, defensores políticos por un estado independiente y eso ayudó a darle forma a nuestra idea nacional. Incluso cuando estuvieron en riesgo de ser encarcelados o ser asesinados por ello.

Ucrania tiene sus distintas culturas y lenguaje. Los ucranianos administraban para preservar su identidad, incluso su territorio fue destrozado por diferentes imperios a lo largo de la historia. 

Por muchos años, la cultura ucraniana fue oprimida por el imperio ruso y la USSR. El idioma ucraniano fue restringido e incluso prohibido. Se afirmó falsamente que era un dialecto, una forma de ruso. Los idiomas ucraniano, bielorruso y ruso comparten algunas similitudes, ya que todos pertenecen al grupo de idiomas eslavos, junto con el checo, el polaco, el esloveno y otros. Sin embargo, eso no hace que los idiomas rusos sean primarios a cualquier otro.

La pintura ‘Nuestro ejército, nuestros guardianes’ (1978) de la destacada artista Maria Pryimachenko

La razón principal por la que la gente en Ucrania entiende tan bien el ruso no tiene mucho que ver con la similitud de los idiomas, sino más bien con la herencia de la URSS, ya que el ruso solía ser el idioma principal de la política, la cultura, los medios y la educación. Después de que Ucrania obtuviera la independencia, eso comenzó a cambiar lentamente, aún más después de la Revolución de la Dignidad, a medida que florecieron la cultura, la música, la cinematografía y la cocina ucranianas modernas.

Ucrania es un país democrático. Nuestra democracia aún es joven, pero ya se ha avanzado mucho. El pueblo ucraniano puede votar en elecciones justas y en los últimos 30 años, seis políticos diferentes tomaron asiento presidencial. Se iniciaron reformas en muchos campos para erradicar la corrupción, garantizar la libertad de prensa y aumentar la responsabilidad de los funcionarios.

Inauguración del sexto presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en el edificio Verkhovna Rada de Ucrania. 20 de mayo de 2019

Rusia tiene un régimen político bastante diferente. Putin ha estado en el poder desde 1999, aunque se tomó un descanso formal de la presidencia en 2008-2012. Y su partido político, Rusia Unida, ha sido mayoritario en el Parlamento durante casi 20 años. En ese momento, los medios de comunicación y la policía controlados por el estado se hicieron más poderosos. Los principales opositores de su régimen fueron obligados a huir del país, enviados a prisión o incluso asesinados.

Los ucranianos están dispuestos a defender sus valores. Y no solo ahora, ante la invasión rusa. Desde 1991 han tenido lugar dos revoluciones en Ucrania. Durante la Revolución Naranja de 2004, los ucranianos no estaban dispuestos a aceptar resultados electorales amañados por las autoridades.

La Revolución Naranja duró del 22 de noviembre de 2004 al 23 de enero de 2005. El principal resultado de la revolución fue el nombramiento por parte de la Corte Suprema para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (no previsto directamente por la ley)

En 2014 comenzaron las protestas en respuesta a la negativa del presidente prorruso Viktor Yanukovych a firmar el acuerdo de asociación con la UE. Los eventos se intensificaron hasta convertirse en la Revolución de la Dignidad después de que las manifestaciones fueran dispersadas violentamente y el Parlamento aprobara leyes contra las protestas. Algunas marchas reunieron entre 500 mil y un millón de ucranianos en Kyiv. La gente derrocó el régimen de Yanukovych. Aunque tuvo un precio: más de cien personas murieron en esta pelea.

La Revolución de la Dignidad duró del 30 de noviembre de 2013 a febrero de 2014. Fue una reacción del pueblo ucraniano contra el gobierno prorruso y la abolición del curso de la integración europea.

Rusia también ha visto algunas elecciones amañadas, violencia policial y leyes autoritarias a lo largo de los años. Pero nunca hubo protestas tan masivas, a pesar de que tiene una población mucho mayor con más de 10 millones de personas viviendo en Moscú. Miles están protestando ahora mientras su país destruye ciudades ucranianas y mata a civiles.

Ucranianos quieren vivir en paz. 

Ni una sola vez Ucrania inició una guerra desde 1991. 

No se puede decir lo mismo de la Federación Rusa. En 1992, las fuerzas rusas ocuparon parte del territorio moldavo, lo que resultó en un estado separatista no reconocido de la República de Moldavia de Pridnestrovie. Luego hubo dos guerras ruso-chechenas: Rusia tomó la región por la fuerza y ​​aseguró allí un gobierno pro-ruso para evitar que el pueblo checheno obtuviera la independencia. En 2008, Rusia invadió Georgia y parte del país, Osetia del Sur, sigue bajo control ruso en la actualidad. En 2015, Rusia intervino en la Guerra de Siria, proporcionando tropas y armas para apoyar al régimen de Bashar al-Assad.

En 2014, Rusia anexó Crimea y ocupó partes de las regiones de Donetsk y Luhansk. Y en 2022, comenzó una invasión a gran escala de Ucrania. Los ucranianos quieren vivir en paz, pero tenemos que luchar en respuesta a la agresión militar rusa. 

No para obtener nuevas tierras o ganar influencia en la región, sino por nuestra libertad. Una vez más.

Veronika Lutska, periodista